Cuando uno trabaja para conseguir lo que anhela las cosas se dan. Como se dice, «deséalo tanto, que al mundo no le queda otra que dártelo». Bien le podría caber esta frase a Mauro Verón, de 23 años, que a fuerza de goles en Unión del Norte en la pasada Liga Tucumana (en la cuál se coronó campeón aportando 17 goles), y en la gran imagen que le dejó a Pablo De Muner luego de la pretemporada, le valió que «Tomate» le de el visto bueno a la CD de San Martín para quedarse en el club.
Eso nomás a «Nene», como le dicen de cariño, ya le era haber dado un paso grande en su vida de futbolista.
Los goles no dejan de brotar de sus pies. En el equipo liguista siguió aportando lo suyo. Eso le valió para que en el partido frente a Tristán Suárez forme parte de los 18 concentrados. «La verdad que era un sueño hecho realidad. No lo podía creer de estar entre los concentrados. Ya con estar entre los suplentes me hizo feliz», comentó aún extasiado Mauro, que apenas conocida la noticia, no pararon de llegarle mensajes de familiares, amigos y conocidos por la convocatoria. A todos les contestó, haciendo ver que los pies los tiene bien puestos sobre la tierra.
Pero al estar entre los sustitutos, las ganas de pisar ante semejante cantidad de público lo ilusionaban. «Tenía unas ganas de entrar a jugar…pero lo importante, por el momento, fue estar. Eso le agradezco a Dios. Ya se dará. Hay que seguir trabajando y no desesperarse», acota el oriundo de 7 de Abril, que sueña en el debut, y con gol si se puede para comenzar a ponerse en el bolsillo a la gente, la cuál pide verlo en acción con la «rojiblanca».
