Muy solicitados para las fotos

Se observó a un buen grupo de escoceses recorrer las calles céntricas de la Capital de Salta y algunos sentados en algún bar disfrutando de un caliente desayuno.
Hasta algunos, ataviados con sus tradicionales vestimentas, se animaron y aceptaron las fotos de todo aquel que se los solicitaba. Algo que cambió la fisonomía a la que Salta nos tiene acostumbrados.

Llegada de Los Pumas

El plantel argentino llegó alrededor de las 14.45 al estadio. En el primer asiento se pudo observar al entrenador australiano Michael Cheiká. En un vallado que los dirigía hacia los vestuarios, lo esperaban cientos de simpatizantes. Algunos accedieron al requerimiento de alguna foto.

Una multitud, mucho color

Más de 20.900 personas colmaron el Padre Ernesto Martearena. En las adyasencias al estadio había diferentes stands para que los chicos y grandes se diviertan con diferentes juegos, puestos de comida, entre otras atracciones. Además, promotoras y promotores regalaban escarapelas, calcomanías alusivas al test match y a la provincia y globos alargados celestes y blancos.

La música de «Los Infernales»

Entrada de la banda de música de «Los Infernales de Güemes» al son de la Marcha de San Lorenzo. Recorrieron los cuatro laterales del campo de juego, bajo el aplauso de todos los presentes. Una maravilla para todos los presentes.

Una gran postal

Los Pumas ingresaron al campo de juego bajo una lluvia de serpentinas, fuego y el apoyo de todo el público. Lo mejor vino cuando los equipos entonaron el himno de cada país. Cuando se entonó el escocés fue bajo un gran respeto. Pero cuando fue el argentino, con la voz de la cantante folclorista local Paola Arias, en la popular este se formó una hermosa bandera argentina con cartulinas celestes y blancas.